viernes, 9 de marzo de 2012

Tengo que reconocerlo

Body Paint Pink Floyd By Jim Proyect



Tengo que reconocerlo, Animals me encanta y posiblemente más que The Wall. Su oscuridad y tenebrismo me sedujeron hace ya muchísimos años cosa que The Wall, aún gustándome mucho, nunca llegó al punto de seducción de aquel disco de 1977.

Conozco a muchos que no opinan lo mismo e incluso que consideran a Animals como una obra de calibre inferior a la media. Desde luego, no pienso lo mismo. Animals cambia el rumbo musical, cierto, pero es buenísimo. La obra anterior a éste, Wish you Were Here, ya dejaba intuir un mundo mucho más urbano y oscuro que discos como Dark Side of the Moon o Meedle, por citar algunos. Un mundo más sórdido, propio del mundo creativo de Roger Waters. El bajista iba tomando posiciones de absoluto liderazgo y el grupo se abocaba a un terreno mucho menos idílico que hasta entonces entre sus miembros.

Si Wish you Were Here ya empezaba a mostrar el camino, Animals demostraba que la banda entraba de lleno en este mundo oscuro y cruel.

Animals, compuesto en su mayor parte por Waters, toma prestados elementos de la novela Animal Farm de George Orwell, pero aplicados a una feroz crítica a un sistema capitalista que en la segunda mitad de los setenta oprimía con fuerza a las clases trabajadoras. No voy a extenderme en la alineación política de Roger Waters con la izquierda y su militancia pacifista, valga The Wall como ejemplo clarísimo de su pensamiento.
Paralelamente al liderazgo de Waters, el mal ambiente de la banda iba en crescendo y se iba acercando la marcha definitiva del bajista.




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